Esto era una avispa sin aguijón. Nació así, sin motivo alguno. Sus padres pensaron:
-¡Qué bien! No podrá picar a nadie y por tanto será la avispa más querida del mundo.
Pero cuando un humano vio un día a la avispa sin aguijón volando frene a su cara, pegó un manotazo y se la cargó.
-¡Por qué ha hecho eso?
-Para que no me picara.
-¡Pero si no tenía aguijón!
-¿De veras? ¿Y cómo iba yo a saberlo?
Moraleja: nunca dejes a un protector de animales solo frente a un león